(+-2/10/2014)
Han sido un montón de días sin
escribir y sin ir por Compass, no por falta de ganas, pero si por falta de
tiempo. Debido a mi mala cabeza me es imposible acordarme de los días que he
ido pero lo que no se me olvida es lo que hice cada uno de ellos.
Para empezar, ¿¡qué mejor manera
de buscar soluciones a los pequeños problemas que con gente alrededor!? Pues
eso tiene fácil arreglo, ¿verdad? Colocamos, alrededor mío y de Trosky a toda
la gente que ha venido hoy, con sus respectivos pares de ojos, mirándote. El
ejercicio es súper sencillo, todos tienen que hacer lo mismo que hagamos
nosotros. Avanzamos - avanzan, giramos derecha - giran derecha, rompemos el
ejercicio y… tienes que tener cuidado con la persona que viene detrás para no
chocarte. La verdad que al principio lo padecimos los dos un poco, llevar a
cinco personas es… cuánto menos, raro. Pero, conforme pasaba el tiempo, Trosky
y yo lo entendimos y, al final, quedamos bastante contentos con la actitud. (¡Gracias
a todos por la ayuda!)
El pobrecillo me miraba como
diciendo:
- Pero tío, ¿no te has dado
cuenta que llevamos un montón de peña detrás?
- Ya macho, son las ideas del de
la coleta que esta zumbado…
Y cuando tuvimos este pequeño
diálogo con la mirada, todo fue mucho mejor. No teníamos escapatoria.
Terminamos con su pelota que es
lo que más le gusta.
La segunda parte del
entrenamiento consistió en que jugara con Isra al churro. Pero aquí, si quieres
Rock&Roll, primero tienes que hacer algo. En este caso, se tenía que sentar
a mi lado, aguantarse las ganas de ir con Isra y mirarme. Una vez que hiciera
todo esto podía ir, dejando que la correa corriera por mi mano para hacer un
poco de resistencia. Pero las correas cuando el perro sale corriendo como alma
que lleva el diablo y tú la sujetas un poco, ¿qué pasa?, que te quemas la mano
y así sucedió tres días con ampollitas pequeñas en los dedos y la palma de la
mano. Pero como todos sabéis. Si fuera fácil, cualquiera lo haría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario