Las siete más o menos de la
tarde, la pista está preparada y, ¡podemos comenzar a disfrutar!
Como es habitual, Isra me
pregunta: “Don José, ¿qué vamos hacer
hoy?”. Ya que, desde hace un par de semanas, soy yo el que decide los
ejercicios que vamos hacer. Así que decido, saliendo de posición base, indicar
al perro que permanezca sentado. Un pasito para adelante y Fuss, es decir que
el perro recupere la posición base (esto lo hacemos porque, normalmente cuando
paramos, Trosky se cruza un poquito y queremos corregirlo), Plaz con
distracción, un poquito de Fuss largo y, ¡terminamos con el salto!.
Ok, me dice Isra.
Pues a la al lío. Antes de
comenzar a hacer nada, sacamos al perrillo del coche para que haga su pisete de
rigor, en la zona que tenemos habilitada para ello, y nos dirigimos a la pista con
el mismo protocolo de siempre. Platz, nos alejamos un poco, el perro nos busca
con la mirada, orejas tiesas, posición de esfinge, nos acercamos felicitándole
(¡qué bueno mi chico grande!), nos ponemos a su lado, Sitz y vemos si el perro
se sienta como a nosotros nos interesa, rompemos el ejercicio por ejemplo o
comidita, el caso es que no sepa lo que va a pasar.
Volvemos a empezar, le mandamos
Sitz, pasito para delante, fuss y vemos como se coloca el perro, la verdad que,
se colocó el solo bien todas las veces. Al estar mirando al frente Isra toca el
Cliker y felicitamos.
En el Platz con distracción, al
tener distribuida la pista, vamos con el perro en Fuss (la verdad que cuando yo
no se lo pido lo hace guay) y le mandamos Platz. Nos dirigimos al Revier que
está colocado a unos 20 metros de él, nos escondemos y, al estar empezando, a
los pocos segundos salimos, nos acercamos al perro y sin grandes aspavientos
felicitamos y ponemos comida entre las patas. Hacemos unas cuántas repeticiones
aumentando el tiempo, esta vez contamos hasta cincuenta, nos volvemos a acercar
al perro comida y felicitación, nos ponemos a su lado y salimos en fuss hacia
el saltímetro, la verdad que cuando hacemos esto el perro va con un fuss muy
alegre.
Llegamos al salto y no sé porque
no soy capaz de hacer lo que me pide Isra hasta el último salto y, como la he
pifiado tres o cuatro veces, ahí tenemos al pobre Trosky saltando de un lado a
otro. La forma en que lo estamos trabajando es la siguiente: posición base,
perro en medio del saltímetro, Isra coloca un cuenco con comidita se le dice
Hop, el perro salta come y se le manda Platz, al ser un entrenamiento el
saltimetro, se encuentra situado a una altura comoda para el perro. Pues, no
daba ni una, le mandaba cuando me daba la gana, el animalico ya no sabía si ir o
no ir, en fín un desastre.
Hasta que Isra me explicó lo
siguiente: “Coloca al perro, yo pongo el cuenco, salgo de la escena, el perro
focaliza el salto, le envías al salto y cuando termine de comer, un Platz
suavecito. El ejercicio no es que se tumbe, es que salte.” Fácil, ¿verdad?,
pues a mí me costó unas cuantas veces y … ¡Ví la luz al final del túnel!
(Gracias Sergio por los videos)
Isra me pregunta si quiero que
Trosky aprenda a colocarse en el Revier y ladre. Le digo que, más que a él, me
interesa aprender a mi como se hace. Así que, le digo que sí, por qué no. Le
pregunto que cómo quiere que saque al perro, con arnés o sin arnés… Total, que
le saco con arnés. Mismo protocolo Platz, un poco de control pero, ¡madre
cuando ve a Isra con el churro!, Trosky se pone cómo una moto. Empieza a
ladrar, Isra me dice: “Si ladra, avanza. Si no, no.” Lo hacemos lo mejor que podemos. El perro se
para, ladra un par de veces y le da el churro. Una vueltita para que el perro
respire, Platz y le damos el churro a
Isra. Mismo proceso, si ladra avanza. Isra consigue sacarle un par de ladridos
y le vuelve a dar el churro.
Estamos satisfechos con el
trabajo, le dejamos que se recree en el churro y damos la sesión por
finalizada.
Y, ¡un buen entreno
finalizado!!!!